¿Qué decían los inversores optimistas en 2007?

Mirar al futuro y especular sobre lo que puede ocurrir con las inversiones en los próximos años es sin duda un ejercicio interesante, pero, no resulta menos interesante comprobar lo que los inversores más optimistas opinaban en el año 2007, justo cuando las primeras señales de la crisis comenzaban a aparecer.

INVERSORES

Y es que efectivamente, aunque hoy en día son muchos los iluminados que aseguran haber visto las señales de la crisis desde el comienzo del presente siglo, y aunque, es cierto, que algunas voces, éstas sí autorizadas, ya venían avisando de problemas globales graves, a la gran mayoría de ciudadanos la crisis nos pilló con el paso cambiado, y también ocurrió algo parecido con los inversores.

El artículo organiza su título alrededor de los inversores optimistas en 2007, sin embargo, tal vez habría que precisar un poquito más y preguntarse qué inversor no era optimista en 2007, ya que, aunque con la distancia parezca increíble, la tendencia alcista no sólo era creciente sino que además justificó importantísimos movimientos de compra e inversión que, a la postre, resultaron errores estratégicos tremebundos, acabando de hecho con algunas firmas de inversión sólidas en países como Estados Unidos.

El contexto

2007, que para muchos es el verdadero año del estallido de la crisis, desde la óptica de la economía internacional aplicada a EEUU (la mecha del estallido) y con la perspectiva de la distancia (esta muy importante) apuntaba ya a ser un verdadero polvorín. El mercado de la vivienda y las hipotecas presentaban un caos y desorden absoluto, más aún, lo que a la postre se convirtió en el estallido de las subprime  ya era una realidad con el epicentro de la explosión centrado en el verano de este año 2007.

Por otro lado los precios mundiales del petróleo no sólo se mantenían al alza sino que apuntaban crecimientos sustanciales, y a la vez, a nivel interno, el ciclo de expansión económica estadounidense se tambaleaba y parecía haber llegado a su fin según todas las señales.

GRAFICO Sp 500Los gurús de la inversión

En diciembre de aquel año en la prensa especializada estadounidense aparecieron numerosos artículos e informes de cierre de año apuntando a 2008 a partir de recomendaciones o percepciones.

Teóricamente, y según lo que hemos expuesto dentro del contexto del año, debiéramos estar hablando de recelo, de cierto miedo o al menos de posiciones defensivas por parte de los inversores… y sin embargo ocurrirá exactamente lo contrario.

La gran mayoría de gurús de la inversión del país mantenía apretada la tecla de la compra, y, a pesar de que los inversores de a pie comenzaban a mostrar una inquietud (lógica) creciente, aquellos inversores que marcan tendencia, los principales estrategas de la renta variable de Wall Street salieron en piña a defender la tendencia alcista, la compra, y un año de beneficios para 2008.

En un interesante análisis realizado por Barron´s en aquel mes de diciembre de 2007 se pidió opinión a los 12 gestores de renta variable más conocidos y respetados de Wall Street. El resultado visto desde hoy es sorprendente por lo erróneo.

Todos pronosticaron beneficios para el año 2008, los más comedidos fijaron estos beneficios en renta variable en torno al 3% mientras que los más optimistas proponían hasta un 18%. Sin embargo, la media de 12% obtenida entre todas las previsiones refleja un ánimo realmente optimista.

Debemos tener en cuenta que en aquel momento esa media suponía un cierre para el año 2008 del Standard & Poor ‘s 500 en el 1640…¿ocurrió?, obviamente no. Ese supuesto 12% del beneficio de la renta variable medio que pronosticaron los gurús se convirtió realmente en un retroceso del 45%, un palo monumental que además no cesó, ya que el índice fue retrocediendo hasta alcanzar el año 2009 aquel mínimo terrorífico de 675.

COMO INVERTIR

  ¿Pero por qué este error colectivo?

Como siempre encontramos versiones diferentes para un mismo hecho, esto en el caso de la economía y los mercados es más que habitual.

La versión más creíble habla de una sensación alcista basada en la expectativa de que la Reserva Federal y en general los bancos centrales no podían consentir que la economía decayera, de esta manera, se apostaba por qué tanto los recortes en las tasas de interés como las iniciativas de estímulo iban a ser suficientes como para equilibrar la balanza del desastre económico que se avecina.

Esto queda además más que demostrado cuando los mismos 12 gestores de renta variable que afirmaban creer en un mercado en evolución positiva para 2008, afirmaban unánimemente tener una opinión negativa de la perspectiva de la economía estadounidense, y basada en todo caso en los movimientos de las tasas de interés buena parte de sus esperanzas.

Es decir, la situación se advertía ya como grave sin embargo, la fiesta inversora de los años previos, la perspectiva de las ganancias estratosféricas alcanzadas, hacía también su efecto de palanca para impedir ver que el show estaba terminando, algo muy difícil de asumir cuando se lleva una racha como la que la renta variable y los grandes inversores aportaban.

La bofetada de realidad

Lo siguiente es una historia desafortunadamente conocida, el bofetón de los mercados en los últimos meses del año 2008 en aquellas caídas superiores al 50% fueron tan violentas que incluso sorprendieron a los que ya se encontraban decidiendo una crisis internacional desde 2007.

Ganancias consolidadas a lo largo de años se fueron volatilizanDo en cuestión de días, los escándalos financieros y la tienda de los horrores en la que se había convertido buena parte de la banca internacional fue explotando en un caso detrás de otro casi en una especie de corriente simpática que, no debemos olvidar, aterrorizó al mundo.

Hoy aun pagando las consecuencias de todo aquello, resulta desde luego curioso realizar una revisión como esta, y comprobar como también los grandes halcones de la inversión se equivoca…o, como dice la teoría conspirativa, mienten para tener una mayor posibilidad de control de la gestión del desastre, ya que no olvidemos, dentro del desastre, en este río revuelto, hay algunos pescadores que han ganado mucho dinero, pero eso lo cuenta las leyendas urbanas.