Como el lector habrá podido comprobar si de manera regular sigue este espacio dedicado a los fondos de inversión, en los últimos meses le hemos dado una importancia singular a los fondos de inversión en países emergentes, son varios los motivos de tal hecho, por un lado, la constatación del comportamiento de los fondos emergentes tanto en el año 2011 como en el primer semestre del presente año, y por otro, la creciente tendencia que lleva a la combinación de carteles de inversión en las cuales los fondos más conservadores aumentar su presencia y se equilibran con porcentajes de inversión destinados precisamente a emergentes.
Como de costumbre, cuando hablamos de inversiones, la afirmación más prudente es aquella que nos viene a decir que no hay nada definitivo ni garantizado cuando emprendemos una inversión sujeta a los movimientos de los mercados, es por ello, que resulta muy interesante en el caso de los fondos que invierten en países emergentes partir del conocimiento de la actualidad de dichos mercados, un conocimiento que a nivel usuario no tiene por qué ir más allá de las características generales y los resultados globales, pero que, sin duda, cuanto más fino se hile, más nos permitirá precisamente afinar en nuestra decisión inversora.
Aunque analizaremos las principales zonas geográficas coincidentes con los llamados países emergentes en esta pequeña serie de artículos, debemos decir que a la vista del comportamiento de los mercados en los tres primeros trimestres del año, la tendencia indica que la gran mayoría de gestores se muestran más inclinados a la inversión en Asia o América Latina, con respecto a otros mercados emergentes como puede ser Europa del este.
Como sabemos a la hora de invertir en mercados emergentes a través de fondos se nos van a abrir dos grandes grupos por modelo de inversión, por un lado, aquellos fondos que invertirán de manera concreta en determinadas áreas geográficas o incluso países, y por otro lado los fondos globales de renta variable emergente.
El primer obviamente realiza una apuesta muy concreta a un entorno geográfico determinado y a uno o varios mercados emergentes seleccionados, por tanto, resulta una inversión más centrada pero que, por su propio carácter, no mantiene el modelo diversificador de los fondos globales.
Por su lado los citados fondos globales de renta variable emergente van a repartir la inversión entre los diversos mercados emergentes en función del comportamiento de dichos mercados y, por tanto, apostando por la movilidad de la inversión. Cabe decir en este sentido que se modelo de fondos globales durante el primer semestre del año mostró una ganancia superiores al 10%, a sumar, a una tónica creciente en los últimos años que, en el caso concreto de los tres anteriores años, se acercaba a un crecimiento en positivo superior al 25%.
Imagen 1 y 2: ¡Ãlex! flickr creative commons // BenjaminThompson flickr creative commons