A veces, sobre todo en el caso de los pequeños inversores que se acercan por vez primera a productos como los fondos de inversión (aunque esto es extensible a cualquier tipo de inversión) las dudas, una vez participado en productos como los fondos garantizados o incluso los fondos de renta fija, se dirigen en dirección al comportamiento a mantener ante productos relacionados con la inversión en renta variable.
Desde luego hay muchas cuestiones a tener en cuenta y no todas pueden ser repasadas en un artículo de estas dimensiones, sin embargo, dentro del maremagnun de características, clases, comisiones, dirección de las inversiones…a veces el inversor novato puede perder de vista algo fundamental cuando hablamos de renta variable: objetivos y límites.
Esto es perfectamente aplicable, como podemos entender no solo a los fondos de inversión sino también, por ejemplo, a las inversiones en bolsa, cada vez más comunes a través de las numerosas propuestas de broker online que existen en el mercado.
Los objetivos en primer lugar deben definirse (en un modelo primario de toma de decisiones) por la posición que vamos a adoptar (aunque también puede hacerse viceversa) es decir, lógicamente inversiones dirigidas a corto plazo no pueden manejarse sobre la base de objetivos iguales a inversiones a largo plazo.
En este artículo repasamos a fondo las principales características de los fondos de inversión garantizados
Por supuesto entrarían en juego elementos como las posiciones alcistas y los análisis a corto y medio plazo, pero esto es otra cuestión que trataremos en su momento.
Plazos y ordenes
Establecido el plazo en el que nos vamos a mover entra en juego la definición de objetivos. Obviamente en los fondos partimos de la base habitualmente de un periodo recomendado para la inversión en renta variable del producto, sin embargo, resulta más que interesante definir de antemano el nivel de rentabilidad objetivo en el que estaríamos dispuestos a cerrar la operación y obtener las ganancias (o derivar la inversión).
Teniendo en cuenta que no poseemos la opción stop loss que podemos poner en juego en bolsa para limitar nuestras pérdidas, en el caso de los fondos jugamos con el control del producto y la liquidez del mismo para minimizar perdidas, y aquí, desde luego entra en juego el criterio de límites que debe ser igual de firme que el de objetivos y marcar el punto de ruptura a partir del cual no admitiremos más perdidas. En este caso la evolución de las carteras hace más delicada la toma de decisiones ya que la tendencia a esperar resultados es, sobre todo en el inversor novato, bastante frecuente, sin embargo, debe ser un principio tan respetado como el de los objetivos (sino más)