Y finalmente sucedió. Los reembolsos masivos que está sufriendo la industria de los fondos de inversión llegó a los productos que, en teoría, estaban mejor posicionados para dar batalla: los fondos garantizados.
Estos fondos, que como todos sabemos en general garantizan el 100% del capital invertido, eran en un principio el mejor activo para refugiarse de los vaivenes del mercado. Sin embargo, se encontraron con un competidor imbatible: los depósitos.
Las rentabilidades que ofrecen las entidades para sus imposiciones a plazo están haciendo que una vez que expiran las garantías de los fondos, no los renueven y el dinero fluya hacia los depósitos bancarios.
¿Un ejemplo de esto? El Fondo Caja Madrid Garantía 1 año, que el pasado 15 de Julio vió vencer su garantía, vió perder casi el 85% de su patrimonio, que ascendía a 148,7 millones de euros. La rentabilidad de este fondo fue del 2.4%…
Otro ejemplo: Fondo Class Caja Madrid Bolsa Europea, que a su vencimiento perdió cerca del 20% de su patrimonio.
Casos como estos hay muchos. También hay una realidad: con una rentabilidad media de la categoría en lo que va del año en números neutros o negativos, y teniendo en cuenta la inflación, lo que ofrecen los depósitos bancarios se están transformando en la mejor inversión del momento.