Los fondos de inversión están atravesando un momento excelente en nuestro país. Ya desde el año pasado el resultado de los fondos, encadenando mes tras mes de entrada de dinero, apuntaba a lo que dejaba de ser coincidencia y se convertía en tendencia. Esta situación es una parte importante de los motivos por los que encontramos cada vez fondos de inversión con menos comisiones y más asequibles, aunque no el único motivo ni mucho menos.
¿Qué son y cómo operan los Fondos Monetarios?
¿Por qué más fondos de inversión?
La gran mayoría de analistas se ponen de acuerdo, no estamos ante una flor de día evidentemente, y este proceso de recuperación de los fondos de inversion en nuestro país es una realidad sólida para un producto que a fecha de hoy apenas tiene competencia real, y, en general, se encuentra presentando unos resultados convincentes al inversor.
Como es comprensible no existe una única explicación a esta recuperación. Evidentemente los grandes números de la economía tienen mucho que ver, también lo tiene la progresiva recuperación de la confianza inversora y por supuesto, cuestiones más concretas como la evolución de la Bolsa en nuestro país.
Sin embargo no debemos olvidar el factor humano. Y es que la tremenda rebaja de la rentabilidad que han sufrido los depósitos bancarios en prácticamente seis meses, tiene también que ver en el traslado de ahorradores a un modelo de inversión distinto, como el que puede plantear los fondos, una realidad que no se debe ignorar ya que, con la previsión más a la baja aún de la rentabilidad de los depósitos tras la bajada de los tipos de interés a mínimos historicos, este flujo de ahorradores en dirección a los fondos probablemente aumentara.
Obviamente las gestoras no son ajenas a esta realidad, y nos estamos encontrando en los últimos meses con movimientos muy interesantes dirigidos básicamente a dos cuestiones, por un lado la rebaja o eliminación incluso de las comisiones fijas, y por otro lado aunque en menor medida, el ajuste a la baja de las exigencias de aportación inicial para las suscripciones; en definitiva una cierta tendencia a abaratar los fondos en inicio.
¿Fin de las comisiones fijas en los fondos de inversión?
No se puede hablar del fin de las comisiones fijas evidentemente, pero, ese debate abierto desde hacía tiempo sobre la implantación de las comisiones sobre el resultado ha aumentado de volumen en los últimos meses.
Las cifras no mienten, una gran parte de los fondos que operan en nuestro país ya han aplicado reducciones cuando no directamente eliminaciones de las comisiones de gestión y depósito. Se trata de una tendencia ya iniciada el año pasado pero multiplicada, ya que si durante durante los dos últimos años prácticamente todos lo fondos de inversión han incidido en este aspecto con políticas orientadas a la reducción de comisiones.
¿Significa esto una tendencia en dirección al fin de las comisiones? No pero sí una modificación o al menos una tendencia a la modificación de su aplicación, apostando por las llamadas comisiones de éxito basadas más en resultados que en las comisiones fijas.
En general las comisiones de éxito son más elevadas de largo que las comisiones fijas, pero, a cambio asumen el riesgo de sólo aplicarse en función de resultados pactados y fijados de antemano.
¿Voy a encontrar entonces Fondos de inversión más baratos?
Es complejo afirmar rotundamente que estas tendencias se traducen en fondos de inversión más baratos, lo que sí podemos comprobar es que técnicamente se trata de fondos más asequibles para bolsillos diferentes.
A la hora de la contratación de los fondos obviamente el resultado final es el que determina si el producto es barato o no, y, para ser capaces de manejar con cierta solvencia estos escenarios debemos tener en cuenta que los costos previos siempre son decisivos cuando calculamos la rentabilidad de un fondo.
Los ajustes a las comisiones fijas a los que nos referiremos anteriormente se han dado durante este año en el ámbito de prácticamente todas las familias de depósitos, sin embargo, no en todas la motivación es la misma, por ejemplo a la hora de contratar un fondo monetario podemos encontrar una diferencia sustancial en las comisiones fijas con respecto a hace dos o tres años, el motivo es comprensible la rentabilidades de estos depósitos se han ajustado tanto que obligan a dichas previsiones.
A la hora de analizar el coste del fondo lo primero que se aconseja es no tratar de establecer paralelismos entre diferentes categorías, obviamente un fondo que no requiera de una atención permanente por parte de un gestor es un fondo más barato que otro activo que si requiera esta atención en sus inversiones, o, del mismo modo, la rentabilidad de un Fondo Monetario siempre va a ser más limitada que la de un fondo orientado a bolsa, por lo que, también sus comisiones van a ser teóricamente más bajas.
A finales del pasado año la comisión media en los monetarios en nuestro país se situaba en el 0.64%, mientras que, la variable lo hacía en el 1.71%. Aunque probablemente estas comisiones se desplacen durante el primer semestre, lo cierto es que dan una buena imagen de la diferencia real entre ambas.
Comisiones de los fondos de inversión
Queda claro que en las comisiones sobre las que el banco decide la aplicación esta no siempre es la misma. En cualquier caso es importante tener en cuenta cuáles son las comisiones que se pueden aplicar a un fondo de inversión, independientemente de si se aplican en mayor o menor medida o incluso se eliminan.
Distinguiría por dos grupos de comisiones posibles en los fondos de inversión. Por un lado las comisiones que soporta el propio fondo como herramienta, y por otro lado las comisiones que soportan los partícipes. Hay que hacer notar que las primeras se aplicarán sobre todos los fondos de inversión como tal, las segundas son las que dependen de la categoría del fondo o de las decisiones estratégicas de la gestora en relación a su política de comisiones.
Comisiones que soporta el fondo de inversión
- Comisión de gestión: es la que percibe la Sociedad gestora como remuneración a sus servicios. Puede quedar fijada tanto en función del rendimiento como del matrimonio o incluso de ambos.
- Comisión de custodia: es la que percibe el depositario como remuneración a sus servicios. Esta comisión se fija a partir del valor del patrimonio en custodia.
- Otras comisiones: los depositarios pueden aplicar otro tipo de comisiones, por ejemplo, comisión por cobro de cupones o comisión por operaciones de compraventa.
Comisiones que soportar los partícipes
- Comisión de suscripción: la percibe la Sociedad gestora del fondo y se aplica sobre el monto total de la suscripción.
- Comisión de reembolso: la percibe también la Sociedad gestora y que la aplicada sobre el importe del reembolso, disminuyéndolo.
Las principales comisiones en los fondos de inversión
A pesar de todo esa cantidad de comisiones posibles de aplicar, realmente son tres las comisiones principales a las que vamos a acercarnos para tratar de comprenderlas un poco mejor.
Comisión de depósito
Se trata de una comisión que se aplica siempre sobre el patrimonio del fondo. Esto significa que el propio fondo ya la tiene descontada del valor liquidativo y por tanto es una comisión importe neto.
Se trata de una comisión aplicada por la entidad depositaria de los activos y es en la que vamos a encontrar variaciones tanto en su aplicación como su cuantía. Sobre el papel se trata una comisión que no debiera suponer más de un 0,20% pero, puede variar dependiendo del modelo de inversión como de las propias características del producto.
Comisión de gestión
La comisión de gestión no es sin duda menos importante que la comisión del depósito y además su influencia sobre el producto es tan relevante o más.
Se trata de una comisión impuesta por la propia gestora del fondo y que viene a representar la remuneración por la gestión de inversión de los capitales por parte de la gestora.
Se trata una comisión variable tanto según los modelos del producto como los tipos de inversión, sin embargo, es interesante recordar que no se trata de una comisión de aplicación exclusiva sobre el patrimonio sino que también puede aplicarse en algunos casos sobre los posibles beneficios del producto. Esto es básico a la hora de poder discernir la diferencia en una comparativa entre una oferta y otra ya que la aplicación de un modo u otro de la comisión puede variar bastante el resultado.
Es imprescindible, antes de suscribir un fondo de inversión, tener claras todas las comisiones y las posibles variaciones que pueden darse entre ellas como esta.
Comisiones de suscripción y reembolso
Se trata de los comisiones que dependen directamente de la política de comisiones de la gestora, es decir, podemos encontrar una gran variedad de aplicaciones e incluso la eliminación de las comisiones según las diferentes ofertas del mercado.
Por otro lado conviene recordar que es aquí donde probablemente vamos a encontrar la aplicación de comisiones más elevadas dentro de los gastos habituales en los fondos de inversión concebidos como comisiones. En algunos casos podemos encontrar la superación del 2% sobre patrimonio o capital invertido. Queda claro por tanto que se trata de comisiones a las que estar muy atento ya que puede marcar de manera clara la diferencia entre un producto y otro.
La comisión de suscripción representa una comisión aplicada sobre el importe de la inversión que se realizan en el fondo.
La comisión de reembolso se aplica cuando el partícipe decide acceder a cobrar de manera parcial o total el capital invertido en el fondo de inversión, en este caso esta Comisión se descuenta al importe bruto generado por el producto. Con la aplicación se basa en una escala temporal en la que se compara el momento de reembolso sobre el punto del vencimiento del producto, esto también es importante a la hora de valorar un fondo ya que cuanto más cerca esté el punto de vencimiento un techo del producto estas comisiones pueden verse reducidas incluso desaparecer.
En muchos casos vamos a encontrar que las gestoras nos proponen una u otra de entre estas dos gestiones pero no ambas. Cuando se nos ofrecen ambas generalmente se hace equilibrando los importes para qué la oferta resulte competitiva.