Uno de los principios básicos de la inversión, cara a la protección contra el riesgo es la diversificación. Solemos entender la diversificación como una herramienta en la que se utilizan productos financieros diversos para repartir el riesgo. Aun siendo correcto, también es posible diversificar sobre las propias herramientas que utilizamos, por ejemplo, diversificar con fondos de inversión.
La diversificación es una herramienta fundamental en una cartera de inversión saneada. Dependiendo del perfil de inversor que cada uno posea, podemos diversificar en diferentes herramientas, modelos y activos. Sin embargo, también dentro de cada una de estas herramientas, modelos o activos, podemos tratar de minimizar el riesgo a través de la diversificación. Los fondos de inversión se prestan muy bien a este tipo de estrategia.
Diversificar con fondos de inversión
Para entender el motivo por el que diversificar con fondos de inversión puede ser una buena idea, debemos destacar tres características importantes de esta herramienta financiera:
- Permite (generalmente) invertir desde cantidades bajas
- Facilita el traspaso entre fondos, cambiando de estrategia sin costes
- Abarcan rangos y modelos de inversión muy diversos
Con estas tres claves podemos entender cómo, efectivamente, diversificar es factible. En primer lugar, porque podemos operar con cantidades de dinero relativamente asequibles. Es cierto que en fondos que exigen unos niveles de entrada para las aportaciones elevados, pero, generalmente esto no es así, y, de hecho, es relativamente sencillo acceder a fondos de inversión desde aportaciones asequibles para prácticamente cualquier perfil inversor.
Por otro lado, la facilidad que tienen los fondos de inversión para permitir el traspaso entre un fondo y otro, sin coste, y sin aplicar fiscalidad tributaria al traspaso, hace que la movilidad entre fondos facilite de manera notable la diversificación. Pudiendo cambiar de herramienta de inversión según la evolución de la misma, o incluso, según los criterios inversores del usuario.
Por último, hoy en día, los fondos de inversión alcanzan prácticamente todos los ámbitos inversores. Además de tener diferentes rangos, que van desde los fondos garantizados hasta fondos de inversión de renta mixta, de renta fija, o de renta variable, encontramos opciones como los fondos de inversión en arte, los fondos de inversión en música, etc. Es decir, abarcamos prácticamente todos los mercados, con todas sus variables.
Un fondo o varios fondos de inversión
Realmente, va a depender del usuario y de su modelo de inversión. Por ejemplo, alguien con una cartera amplia de herramientas, en la que ya figuran productos diversos, puede utilizar un único fondo de inversión como complemento a la diversificación de su cartera. Por otro lado, también es posible que la base principal de la composición de la cartera de inversión de un usuario sean diferentes fondos, complementarios entre sí, que buscan minimizar el impacto del riesgo compensando el riesgo que uno asume con la rentabilidad que otro produce.
En definitiva, el resumen es que los fondos de inversión son una herramienta muy apta para la diversificación, tanto como un instrumento a sumar a otros en una cartera de inversión, como si se convierte en un eje central como herramienta principal y se opta por diversificar con fondos diferentes.