Derivados: ¿tan difíciles como los pintan?

En los últimos años el aumento de los productos financieros derivados al alcance del usuario medio para la inversión, a través de las plataformas en Internet, fundamentalmente con CFD ha sido ciertamente espectacular.

PRODUCTOS FINANCIEROS DERIVADOS

Esto ha generado dos corrientes muy diferentes, por un lado, quienes entienden que se trata de un modelo de inversión, en general con riesgo, pero con entornos de rentabilidad muy por encima de otras fórmulas. Y, por otro lado, quienes encuentran en los derivados, y fundamentalmente en herramientas como los CFD o Futuros, auténticas trampas inversoras para los novatos que pueden acceder a ellos desde muy poco dinero.

Y probablemente, en ambas posiciones, haya parte de verdad.

Los productos derivados son instrumentos financieros cuyo valor deriva de la evolución de los precios de otro activo, denominado “activo subyacente”. Son, en definitiva, herramientas de especulación pura y dura. Y por tanto, deben ser entendidos precisamente como lo que son y para lo que se utilizan.

Futuros

Se trata de contratos por los que intercambiamos una cantidad concreta de un activo subyacente a un precio convenido de antemano en una fecha futura predeterminada. En este caso el comprador adquiere lo que se denomina posición larga, en la que al vencimiento de su contrato tiene derecho a percibir el activo subyacente, pero también, puede cerrar su posición en el mercado antes de vencimiento vendiendo futuros. La posición corta sería la del vendedor de futuros que es el que adquiere el compromiso de entregar el activo subyacente del vencimiento a cambio del precio establecido el contrato.

Opciones

En este caso nos encontramos con un modelo de contrato en el que el precio de la opción es lo que el comprador va a pagar por tener el derecho a la compra de una determinada parte de un activo subyacente dentro de un plazo estipulado (a un precio también pactado de antemano) en la fecha de vencimiento el comprador tendrá la posibilidad de ejercer o no ese derecho, en este caso a través de la diferencia entre el precio fijado para la operación y el precio que en ese momento presenta el activo subyacente. Existen diferentes tipos de opciones: las que se organizan en función del derecho otorgado, es decir la opción de compra (call) o la opción de venta (put), también las que se organizan a partir del momento en que pueden ejecutarse, encontrando aquí la opción americana que se puede ejercer en cualquier momento hasta la propia fecha de vencimiento, o la opción europea que sólo puede ejercerse en la fecha del vencimiento.

Warrants

Se trata de productos negociables que añaden el derecho de compra o venta de activos subyacentes a un precio de ejercicio para plazos determinados. Debemos señalar que la adquisición aporta el derecho pero no la obligación de compra venta en la fecha de vencimiento, en este caso ejercer o no el derecho va a depender de cual resulte ser el precio del subyacente en relación con el precio del ejercicio, aquí también encontramos compra (call) y venta (put). Vamos a poder acercarnos a activos muy variados, que van desde valores de renta variable hasta materias primas, pasando por índices nacionales, índices extranjeros, tipos de interés… También aquí se aplica el tipo americano donde podemos ejercer los derechos durante toda la vida del producto hasta el propio vencimiento o el tipo europeo donde sólo se pueden ejercer los derechos en el vencimiento.

Certificados

Se trata de valores que vienen a replicar un activo subyacente y la evolución del mismo, esto genera un derecho para poder recibir un importe determinado sobre nominal del certificado, siempre a partir de la posible variación del subyacente. Se puede tratar de cestas de acciones, materias primas, índices bursátiles y son emitidos por entidades financieras y negociados en bolsa, a quien debemos señalar que la negociación en la bolsa de nuestro país puede incorporar certificados exentos de la obligación de registro de folleto ya que han sido emitidos fuera de España y poseer lo que se denomina pasaporte otorgado por la CNMV.

Compra-Venta Opciones (Contrato)

En este caso nos encontramos con la posibilidad de contratos de venta de opciones sobre subyacentes concretos, pueden ser índices, cestas de acciones, acciones. En este caso las emisiones siempre deben tener folleto de emisión registrado, y funcionan a partir del establecimiento de un precio inicial del subyacente al que se referencia el producto en la fecha concreta y señalada en el folleto informativo. Los intereses se abordarán en cualquier situación del mercado subiendo o bajando subyacente, generalmente esto se realiza al vencimiento, también la devolución del capital al vencimiento generalmente viene a depender de condiciones que tienen que ver con la evolución del subyacente a lo largo del periodo de vigencia: no se negocian en mercados secundarios oficiales, son productos ilíquidos que se mantienen hasta vencimiento.

CFD

Contratos por Diferencias, en este caso el inversor y una entidad financiera vienen a acordar el intercambio de la diferencia entre el precio de compra el precio de venta de un activo subyacente. Son productos que se atienen a muchos particularidades y riesgos específicos, ya que no son productos estándar, por eso mismo vamos a encontrar cuestiones como la negociación de forma bilateral, el riesgo de contraparte la cotización fuera de mercado regulados… Se trata de productos apalancados de riesgo alto, esto significa que pueden ocasionar pérdidas superiores a la capital inicial, y, tampoco se negocian en mercados secundarios oficiales, lo hacen en plataformas establecidas por la propia entidad financiera emisora.