Criptomonedas CBDC: qué son y por qué estar atento a su desarrollo

Que las criptomonedas han llegado para modificar nuestro concepto de sistema monetario es una verdad indiscutible. Tan indiscutible que las propias autoridades bancarias centrales de los países hace tiempo que exploran las opciones relacionadas con criptomonedas “oficiales”. Se trata de las que se denominan CBDC, un nombre que no debes perder de vista en los próximos años.

CRIPTOMONEDAS

Qué son las CBDC

El Banco Central de Inglaterra fue la primera gran autoridad bancaria central que aviso de las intenciones de explorar posibilidades relativas a un activo digital propio.

Las denominadas Central Bank Digital Currency (CBDC) son, en resumen, los diferentes proyectos en marcha o en estudio sobre la posibilidad de emitir activos digitales por parte de los bancos centrales.

Algunos proyectos se encuentran muy avanzados como el del yen digital japonés, que, de hecho, se encuentra en una fase de prueba práctica que se desarrollará entre 2021 y 2022. O el proyecto de activo digital de las autoridades financieras israelíes que también se encuentra en una fase avanzada. El Banco Central europeo, también anunció los primeros movimientos de estudio de un proyecto de euro digital.

Por tanto, podríamos definir a estas criptomonedas como las criptomonedas emitidas por las autoridades financieras de los países, que se integrarían en su propio sistema monetario y serían complementarias a la emisión de dinero fiduciario.

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Qué futuro tienen las CBDC

Realmente el futuro de las criptomonedas “oficiales” de los bancos centrales es amplio, y, costará más o menos tiempo, pero parece inevitable su generalización.

Serán complementarias al dinero fiduciario, o lo representarán pudiendo convertirse, con bastante probabilidad al mismo tipo de cambio. Teóricamente, presentará las mismas ventajas de las criptomonedas, rapidez en las transacciones, trazabilidad, inmediatez. Por el contrario, la desventaja respecto a las criptomonedas tradicionales será la centralización, ya que de ninguna manera será un activo anónimo tal y como conocemos las operaciones en Bitcoin.

En este contexto, no sólo se tratará de activos orientados al pago y operaciones financieras tradicionales, sino que, probablemente, con su carácter de moneda digital complementaria, también se utilizarán para otro tipo de operaciones financieras a medio plazo, incluyendo la inversión.

Aquí es donde entran en juego muchas incógnitas como la influencia del tipo de cambio, su relación con otras criptomonedas a la hora del intercambio, etc., pero obviamente, las posibilidades son muchas ya que las operaciones y comisiones se abaratan de manera notable en la cadena de bloques, y el riesgo de tipo de cambio se vería muy reducido cuando hablamos de hacer operaciones a través de criptomonedas.

Por tanto, efectivamente, debemos tener claro que no es una cuestión baladí. Las criptomonedas oficiales llegarán, y con toda probabilidad serán una parte importante de las operaciones financieras del futuro.