Cerca de 41,000 millones más de euros separan el patrimonio de los fondos de inversión al cierre del año 2014 respecto al año 2013. Hemos asistido a un año que, desde el punto de vista de la captación de aportaciones, se ha convertido en el mejor de los últimos 18 años para los fondos de inversión, ¿qué podemos esperar de los fondos en 2015?, ¿qué fondos serán más recomendables en este año que comienza?.
En primer lugar debemos situar el crecimiento de 2014 en su contexto, ya que la lectura errónea de los resultados de la captación de patrimonio los fondos puede llevarnos a conclusiones precipitadas y tal vez poco fiables.
Los fondos en 2014
Las gestoras de los grupos bancarios de mayor relevancia y presencia en nuestro país han sido las que han ganado por goleada a la citada captación de patrimonio en fondos.
Por gestoras la de Santander sería la de mayor volumen y presentaría un crecimiento del 27% con respecto al año 2013 en volumen patrimonial de sus fondos de inversión, seguida de La Caixa, que presenta aún mayor nivel de crecimiento con un 37% y BBVA con un 29%.
Solemos atribuir al comportamiento de la renta variable buena parte de la tensión final en los resultados patrimoniales de los fondos, esto puede ser más o menos verdad, pero en el caso de 2014 debemos tener en cuenta un elemento que ha resultado básico: la reorientación del ahorro destinado depósitos que se ha dirigido hacia los fondos de inversión.
Gestora de | Patrimonio Fondos | Crecimiento 2014 |
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Esto queda palpable cuando asumimos que si la rentabilidad media de los depósitos a cierre del ejercicio 2012 al 3% la rentabilidad al cierre de 2014 lo hace por debajo del 0.60%: da igual la posible justificación contextual, la realidad es que el usuario se ha sentido poco atraído por el depósito, mientras que, las entidades financieras, tratando también de mejorar sus resultados a través de las comisiones de gestión, han reorientado buena parte de este impulso en dirección a los fondos.
Los Fondos en 2015
No hay recetas mágicas y no hay previsiones infalibles. Estas dos premisas debieran figurar siempre delante de cualquier análisis al que accedamos, máxime cuando se trata de un producto tan definitivamente influido por los movimientos de los mercados como los fondos de inversión de renta variable.
En 2014 el resultado en general es bueno, esto es innegable, sin embargo no existe ninguna garantía que podamos poner encima de la mesa en relación a un buen funcionamiento general de estos productos de inversión.
Podemos perfectamente tomar como ejemplo la evolución del precio del petróleo, simplemente tiremos de hemeroteca para ver cómo al comienzo de 2014 nadie, absolutamente nadie, predecía una evolución tan radical del precio del crudo y su consecuente influencia.
Dicho lo anterior parece razonable que al menos el comienzo de 2015 se mantenga propicio para la renta variable: tendría que darse un giro muy radical y en un muy corto plazo de las circunstancias socioeconómicas y políticas como para perjudicar intensamente a la renta variable desde comienzos de año, algo que no parece previsible.
Por otro lado las últimas cifras macroeconómicas sobre nuestro país nos proporcionan un potencial muy interesante en el que podemos seguir buscando opciones, combinadas con el entorno europeo donde los mercados siguen presentando un potencial de revalorización interesante.
La renta fija, de momento humano se presenta menos atractiva ya que la caída de la rentabilidad real de los activos así lo induce, esto puede retraer mucho al perfil inversor conservador que, además, puede asustarse por el ciclo alcista de la renta variable, en el que no es sencillo encontrar valores con potencial de revalorización baratos.
En resumen
Realmente podríamos decir que el año comienza como terminó el anterior. No hay grandes diferencias iniciales, los fondos de inversión del momento a seguir ganando tráfico patrimonial procedente de del retroceso de la rentabilidad de los depósitos y de una cierta leve euforia ante los resultados de la renta variable en 2014, falta por ver, eso sí, la respuesta del ahorrador ante el lanzamiento de los productos aunados bajo el Plan Ahorro 5, concebido de algún modo como herramienta de choque ante la caída de interés de las imposiciones a plazo, una herramienta de la que ciertamente aun desconocemos el impacto que puede lograr.