Cuando los fondos de inversión arrojan sus mejores datos en años en lo que a captación de capital se refiere en nuestro país, y, cuando esto se combina con una situación como poco tensa sobre el futuro de los depósitos, se corre el riesgo, sobre todo en el inversor novato, de dejarse llevar por una especie de euforia mal entendida que le hace creer que en los fondos de inversión está la verdad absoluta para sus inversiones.
Esto y una mala política de elección de producto, suele concluir en solemnes batacazos.
Probablemente la mejor recomendación para un inversor que viene de productos de ahorro como los depósitos y llega a los fondos de inversión es la prudencia, prudencia que se escenifica bien en el concepto de fondos defensivos que, a diferencia de lo que pueda parecer, no necesariamente son fondos indicados para los malos tiempos.
Debemos partir del punto de arranque común entre los llamados fondos defensivos y cualquier modelo de inversión que se pueda calificar como defensiva; inversiones que vienen a priorizar la protección de los capitales aportados ante los movimientos de los mercados.
Como ejemplo más que evidente en esta búsqueda de seguridad no tenemos mucho más que hacer que fijar la mirada en los movimientos actuales de los accionariados de las empresas, movimientos que vienen a promover al menos desde la perspectiva del pequeño usuario, la búsqueda de posición segura, posición segura que en una primera instancia se suele buscar a través de productos como depósitos o productos de inversión directamente relacionados con la renta fija que se alejen en cierta medida de los movimientos de los índices bursátiles.
¿Cómo contratar un fondo de inversión en las principales comercializadoras?
Ya tenemos fijada como vemos una definición colectiva de un fondo de inversión defensivo, es decir, será un fondo que busque preservar nuestra inversión, nuestra capital aportado, a través de herramientas invirtiendo protejan y a través de inversiones, como puede ser la deuda pública, que se alejen de los índices de bolsa.
Dentro de esta propia definición podríamos añadir como complemento el hecho de que los denominados fondos de inversión defensivos van a buscar siempre colocar sus inversiones en aquellos sectores o segmentos que menos riesgo de fluctuación y movimiento negativo presenten y que en todo caso los movimientos negativos sean fácilmente minimizables o desde luego menos violentos que en otros modelos de producto o fondo de inversión.
En el siguiente artículo analizaremos de manera más centrada los sectores que pueden englobarse como objeto de inversiones dentro de los fondos defensivos, sin embargo, para concluir este artículo, debemos señalar la que probablemente sea mayor carencia de este tipo de productos, que si bien por un lado obviamente garantizan de manera más certera la seguridad al inversor por otro lado proveen de techos de rentabilidad menores que otro tipo de productos y además, como decíamos, acumulan la falta de diversificación como elemento negativo.
Es evidente que una de las grandes virtudes de los fondos de inversión reside en el hecho de poder diversificar las inversiones a la hora de compensar rentabilidades y caídas y extraer para la cartera propia unas medias que, obviamente, se buscan positivas, sin embargo la tendencia en los fondos de inversión defensivos viene a ser la de concentrarse como decíamos de manera muy exhaustiva en aquellos sectores donde aparezca menor riesgo de fluctuación de la inversión, lo que, viene por regla general a limitar la diversificación de la inversión y por tanto a restringir la compensación entre inversiones dentro de un mismo producto.
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