Estados Unidos y su crisis tercermundista

Esta debacle financiera que esta viviendo Estados Unidos comenzó con las hipotecas de alto riesgo o Subprimes y amenaza con extenderse como un virus mortal por el resto del sistema financiero norteamericano. Según algunos especialistas, esta crisis se parece, y mucho, a las que vivieron la mayoría de los países emergentes en su pasado.

Sin ir más lejos, en Diciembre de 2001, la crisis que azotó a Argentina fue motivo de la caída de numerosos bancos en la insolvencia y en ese momento el Estado tuvo que salir a socorrerlos recurriendo a las reprogramaciones de la devolución de los depósitos.

¿Es una comparación exagerada? No lo es demasiado si escuchamos los argumentos de Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI, quien en su columna de Proyect Syndicate titulada “Estados Unidos pasa de maestro a alumno”, señala que mientras sigue desatándose esta crisis de “ribetes épicos”, se puede esperar que los políticos norteamericanos sean, aunque más no sea, la mitad de buenos escuchando consejos de sus pares de países en desarrollo que de los que han sido brindándolos. También señala que hay muchos y altamente distinguidos economistas de países emergentes que han visto esta película antes.

¿Que es lo que está en riesgo?

Nada menos que el sistema bancario norteamericano. Cuando el 16 de marzo la FED asistió al salvataje de Bears Stearns, tomó una medida absolutamente heterodoxa. La razón: Bears Stearns no era un banco. Era de los llamados Bancos de Inversión. O simplemente, una firma de brokers. Por ende, no estaba bajo la supervisión de la Reserva Federal, y no podría haberlos asistido. ¿La razón de este poco común salvataje? La convicción de que la consecuencia de la quiebra del broker generaría pánico entre los inversores y el posible colapso del sistema de instrumentos financieros y, posteriormente, del retiro masivo de depósitos de los bancos tradicionales.

Descontando que Estados Unidos entrará en recesión, la discusión se centra en su duración y profundidad. Y aunque el dólar se recuperó en la última semana, hasta el FMI dice que lo ve demasiado débil. Desde el lado de las políticas públicas, la economía norteamericana demostró que están dispuestos a utilizar todas las armas posibles. Sin dudas, el resto del mundo, gracias a la bendita globalización, sufrirá las consecuencias de esas políticas. Sin embargo, hay una pesadilla que nadie quiere imaginar: una reprogramación de depósitos en Estados Unidos, como si fuera el “corralito” argentino. Volvemos al principio: ¿una crisis de países emergentes en la primera economía del planeta?

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