Cuando los fondos se superespecializan (II)

 

En el anterior artículo comenzábamos el repaso por una serie de modelos de fondos de inversión atípicos, atípicos precisamente por los modelos de inversión y los objetos hacia los que dichas inversiones se dirigen y que, en el caso del citado artículo anterior, se nos mostraban con claridad en el caso de la propuesta del fondo de inversiones en arte, una propuesta que como decíamos ha cobrado cierta relevancia desde hace unos años.

Obviamente dentro de esta superespecialización de los fondos de inversión no sólo figura el arte como propuesta en busca de rentabilidad, por ejemplo, con objeto de inversión que ha cobrado cierta relevancia en los últimos años es la música.

Probablemente el lector al citar el concepto fondo de inversión que invierte en música haya tenido una imagen inmediata relacionada con los grandes catálogos de artistas de todas las épocas, algo que también se contempla dentro de estas inversiones, sin embargo, curiosamente, son aquellas propuestas que se basan en instrumentos, fundamentalmente de cuerda, las que más se han revalorizado en los últimos años, de hecho, y dependiendo de la inversión, casi se puede garantizar la rentabilidad asegurada de parte de estos fondos cuando por ejemplo invierten en instrumentos musicales históricos de firmas reconocidas que revalorizan su precio de manera prácticamente constante, con medias superiores al 10% de revalorización por año, sin duda medias muy interesantes desde el punto de vista de la rentabilidad.

Sin embargo y como ya sabemos no todo es rentabilidad dentro de los fondos súper especializados, cuando los artículos atrás nos deteníamos en los fondos de inversión medioambientales, podemos comprobar cómo aún tratándose de productos que buscan lógicamente la rentabilidad, existían criterios, en este caso como su propio nombre indica medioambientales, que eran los que realmente venían a marcar de manera muy clara el desarrollo de estos productos.

Como ya citamos entonces, estos fondos de inversión, verdaderamente al alza, buscan aquellos activos que poseen en su línea de flotación conceptos elementales o ecológicos muy definidos, en este sentido los llamados fondos verdes apuestan como ya sabemos por aquellas valores que muestran un compromiso inequívoco con respeto medioambiental y la sostenibilidad, algo que, como ya se viene demostrando, no tiene por qué está reñido con la rentabilidad incluso cuando, como decíamos, los criterios que rijan la inversión no se ciñan exclusivamente a la citada rentabilidad, como por ejemplo la tendencia también interesante, en la que nos detendremos otro día, de la aparición de fondos de inversión directamente relacionados con la ética y las creencias religiosas de las personas, sin duda un tema muy interesante de revisar.

 

Imagenes 1 y 2 Philip Taylor PT flicker creative commons // solylunafamilia flicker creative commons

 

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